martes, 30 de octubre de 2012

El metro de Lisboa



Saliendo del hotel tenía la disyuntiva de tomar un taxi (lo pagaba el organizador del evento) o ir en metro hasta el aeropuerto. Era domingo a las 7 de la mañana, así que tomé la decisión que pensé más interesante y salí del hotel caminé hasta O Campo Pequeno y bajé al metro. Había oído hablar muy bien de la estación del aeropuerto y pensé que como iba bien de tiempo podía tomar unos minutos para conocerla desde dentro. Pero ya en la parada de Campo Pequeno ya me encontré con la primera sorpresa agradable. Unos mosaicos en mármol con motivos taurinos adornaban las paredes a ambos lados de las vías


Y al acabar el andén en sendos extremos dos grupos escultóricos


Pasan 4 minutos y llega el tren. Bajo en la siguiente parada Praça Saldanha y me encuentro con una serie de mosaicos alegóricos a las cuatro estaciones


Hago la trasbordo de línea en Praça Saldanha y cambio de andenes, en el andén dirección al aeropuerto me encuentro con multitud de frases en forma de mosaico de Saldanha. 


Tengo tiempo de repasarlas todas, pues el metro tarda en llegar. Cosas de arriesgarse a tomar el metro un domingo de madrugada. Al fin aparece el tren por la derecha (en Barcelona lo hace por la izquierda), subo y tras unos veinte minutos "aterrizo" en el aeropuerto donde encuentro infinidad de caricaturas por todos los mármoles de personajes de la historia reciente de Portugal. Un viaje en metro que promete nuevos viajes para seguir explorando ese mundo subterráneo que guarda tantas sorpresas...



 

 



2 comentarios:

  1. :) o nosso metro conta histórias...
    e é mesmo lindíssimo. obrigatório vê-lo todo! :)

    ResponderEliminar